sábado, marzo 21, 2009

A su merced


Creo saber de dónde viene mi actitud servil. Buscar encajar, buscar pertenecer, buscar ser aceptada.

Cuántas veces no he ido más allá del deber para que la gente me quisiera, me apreciara, viera mi valor. Es un mecanismo de defensa: no sé cómo convivir con la mayor parte de los seres humanos. En toda mi vida estudiantil no tenía la facilidad para conectarme con mis compañeros, me veían como rara o sangrona porque mi identidad estaba fincada en el conocimiento y en la lectura.

Uy, recuerdo cuando al final de una clase en prepa, una maestro nos hizo cuadricular una hoja, ponerle nuestro nombre encima y pasarla por todo el salón para que la gente nos pusiera comentarios de despedida, Lucha se acordará porque ella estaba en el grupo en que pasó. Empecé a firmar las hojas con un Maranatha (un saludo cristiano) y fue el acabose. Los pinches güercos de 16 años empezaron a llenar mi hoja de burlas (sin poner nombres). Híjoles, fue un abrir de ojos tremendo, uno de los primeros indicios de la construcción de la persona que soy ahora. Cómo trataba de encajar y cómo me mostraban que no pertenecía ni de chiste.

En fin, volviendo al tema, eso de buscar agradar a través de ser servicial. Muchas veces se aprovecharon de mí por lo mismo. Yo daba y no me regresaban. Y me dolía, oh cómo lloraba. Pero luego empecé a evaluar las cosas más tranquila y a las personas también. Ahora busco dar de manera proporcional a lo que me dan y zas.

No he terminado de aprender, todavía cuesta. Y a veces recaigo.
Es un proceso laargo.

pd. ¿Te acuerdas lo que pusiste en mi hoja, Lucha? No sé dónde quedó guardada (porque no la tiré)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

uy, nel, no me acuerdo... ¿fui de las malandrinas? snif. yo también debo tenerla por ahí guardada, pero no te creas que fuiste la única vapuleada, aunque supongo que no tan salvajemente como tú. grr.

pinches chamacos que se esconden en el anonimato de la manada.

al siguiente semestre, o dos después, cuando leímos El señor de las moscas, alguien me escribió que yo era una "puta prostituta" en mi libro. Yo, una mojigata virgen. Borré el comentario y desde entonces Gustavo me cayó mal, muy mal, más mal, por maricón y pseudoojete. son cosas que a una no se le olvidan, los comentarios hirientes que no tienen ningún fundamento.

de todos modos me confieso culpable.

la vieja diabla dijo...

sigh. creo que te entiendo, porque también he sido así por las mismas razones. no me he atrevido a postear porque yo no encontré el punto de equilibrio como tu. pero creo que lo mio ya se deterioró bien gacho.

anyways es motivante saber que se puede :P someday!

finalmente se me hace que todos somos culpables en ocasiones, unos más frecuentemente que otros.

Estela dijo...

No, simplemente no me acuerdo qué pusiste. Creo que se oyó más dramático de lo que era :P

Pero, no, creo que no fuiste de las malandrinas. Aunque por ahí me acuerdo de unos mensajes ñoños que le enviaron a Jaime por el periódico de la escuela y sospecho que estuviste involucrada. Jajajaja.

La verdad es que ese tipo de programas son buenos y malos. Buenos porque presentas oportunidades de aprender cosas padres, malo porque le meten en la cabeza a los güerquetes que son la octava maravilla del mundo y nomás no.

Sí, Gustavo se las daba de sangrón, y muchos otros también. Pero, espero se haya recuperado del virus de la estupidez.

Y Caro, nooooo no soy equilibrada. Trato, pero debo esforzarme constantemente para no sentirme más de la cuenta. O sea, yo no puedo controlar a los demás y cómo me tratan, pero puedo controlar cómo reacciono a ello.

Si alguien no te responde con todo lo que le das, le das menos (o nada) y ya. Pero es difícil no sentirse culpable por ello.

Vaya todo esto surgió al ver quiénes se preocuparon por cómo salí de la operación. Fue una sorpresota ver que algunas personas cercanas nomás ni mensajito de feisbuk dejaron. Such is life.

Edigator dijo...

no les hagas caso.
you rulz.
:)
sorry que sea tan parca pero ando afuera y se me congelan los dedos (tratando de encontrar una wireless señal)

Unknown dijo...

Yo estoy seguro que al menos una personita siempre te va a aceptar como eres.

¿Qué le dirías sobre esto, cuando le toque vivirlo?

Anónimo dijo...

chale, tengo mala memoria, no recuerdo haber hecho eso a Jaime, pero suena a algo que pude haber cometido, muahahaha.

sí, lo malo es que no encontraron el balance y ensalzaron de más a los que sacaban buenísimas calificaciones. luego, cuando nos aventaron al mundo, se acabó el idilio y volvimos a la normalidad. durante ese tiempo me creí una imbécil, literalmente. snif.

lo de facebook, sí, es triste, y pior, te das cuenta que no eres tan del afecto de ciertas personas como de otras, y que otras son más afortunadas y reciben más felicitaciones o palmaditas, es como volver a la secundaria-prepa... pero no caigamos!

por otro lado, basar esperanzas en los hijos es fútil y patético. los hijos no se hacen para que sean un apoyo en el futuro, ni tampoco te tienen que aceptar tal como eres sólo porque es tu hijo y así debe ser. personita... chale. no son adultos chiquitos. son niños. ay, ya me encabroné. con permisito, estela...

Lilith dijo...

I love you..just the way you are.. :) ya se sono como pelicula cursi pero es cierto :*