sábado, marzo 28, 2009

A su merced versión 2.0

No es nada más por agradar.
Hay pocas ocasiones en que no me gusta hacer sentir incómodas a las personas. Un caso: dos mujeres vienen periódicamente a la casa a hablarme de su religión y a enseñarme textitos impresos en colores bonitos. Creo que son testigos de Jehová. Y las escucho pacientemente, las dejo que se explayen cuando tengo tiempo de hacerlo.

Y no sé, creo que ese pequeño gesto las hace sentir contentas y valiosas. Me imagino que muchas personas las tratarán bruscamente o les cerrarán las puertas en las narices.

En fin, algún día tendré que contestar y darles mi opinión.

¿Es cruel de mi parte mantener mi silencio cuando llegan a evangelizar? No lo sé.

¿Qué harían ustedes?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿tienen la consideración de preguntar tu opinión, o sólo les interesa repetir su rollo evangelizador?

Unknown dijo...

Yo los dejo decir su rollo introductorio (digamos 30 seg.)y luego ya les digo que no gracias y no les acepto el papelito.

Fitz dijo...

Con cortesía mandarlos por un tubo.

Edigator dijo...

por qué no les dices que te ayuden con la limpieza. son re simpáticas (generalmente).