
Horror de horrores. Un día de esos en que el pelo nomás no. Ni por aquí, ni por allá: soy medusa. O más bien dicho soy Michael Landon, porque así fue exactamente como se me acomodó el pelo hoy. Me veía en una superficie reflejante y no dejaba de oir la música de Camino al Cielo.
Oh cielos. Pelo ochentero, y peor aún... de hombre.
Es una señal, algo malo va a pasar.
4 comentarios:
al menos tú te puedes peinar! yo no... snif... :'(
no te hagas, si puedes.
Si puede pero no quiere. Es su derecho como feminista de la tercera ola.
ahh así se llama?... habrá que hacer continuas referencias al derecho feminista de la tercera ola... uta, a ver si no se me olvida.
Publicar un comentario