Hay un hotelito en Memphis, en el vecino país del norte, en donde se tiene una tradición encantadora que data de los años 30. Todos los días bajan de su penthouse (a través del elevador) cinco patos haciendo gala de su gracia al marchar en una alfombra roja que los lleva a la fuente del lobby. Por la tarde siguen el mismo ritual a la inversa para volver a su habitación.
Esta tradición surgió a partir de una broma: un empleado del hotel, al volver de la cacería de patos sin nada, puso sus patos señuelo en la fuente. Los huéspedes quedaron fascinados con la idea y cambiaron los objetos por patitos de verdad.
Se trata de ánades reales. Me emocionan porque uno de los patos que he tenido pertenecía a esa especie. Ellas viven durante tres meses en el hotel, donde un duckmaster los entrena para caminar por la alfombra sin huir despavoridos y después de terminado su ciclo en el hotel, se los llevan a una granja para que vuelvan a su estado salvaje.
Pero díganme, ¿habrá un pato que se pueda conformar después de haber caminado por la alfombra roja? ¿tras la fama y la atención? ¿y el penthouse? aidontinkso.
Quiero ir a ese hotel.
Esta tradición surgió a partir de una broma: un empleado del hotel, al volver de la cacería de patos sin nada, puso sus patos señuelo en la fuente. Los huéspedes quedaron fascinados con la idea y cambiaron los objetos por patitos de verdad.
Se trata de ánades reales. Me emocionan porque uno de los patos que he tenido pertenecía a esa especie. Ellas viven durante tres meses en el hotel, donde un duckmaster los entrena para caminar por la alfombra sin huir despavoridos y después de terminado su ciclo en el hotel, se los llevan a una granja para que vuelvan a su estado salvaje.
Pero díganme, ¿habrá un pato que se pueda conformar después de haber caminado por la alfombra roja? ¿tras la fama y la atención? ¿y el penthouse? aidontinkso.
Quiero ir a ese hotel.
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