Cuando era niña, asistía a la iglesia con mis abuelos. En ciertas ocasiones, visitábamos otros templos. Hubo toda una temporada, allá por cuando tenía como 9 o 10 años, en que íbamos a uno que todavía no tenía un espacio fijo por lo que los servicios dominicales se daban en una casa que se rentaba por la colonia del Valle (tipo, wy).
Esta iglesia tenía una clase infantil muy interesante debido a una maestra daba las clases con gusto. Recuerdo en particular una en donde Josué (¿era él? a lo mejor alucino) mató a un rey destajándolo y regando sus tripas con una espada de doble filo. Hasta nos hizo dibujar lo que entendíamos por doble filo. Esas eran las clases que me gustaban. En fin ya estoy divagando mucho.
Ella tenía una hija que estaba en el mismo grupo y se llamaba Gladys. Recuerdo que el nombre se me hacía muy exótico y refinado. En fin, Gladys resultaba ser una niña muy extrovertida, divertida y abierta a la cual admiraba mucho debido a la capacidad impresionante que tenía para relacionarse con otros. Todo lo contrario a mí, cuyos encuentros con otras personas siempre eran dolorosamente penosos. Buscaba juntarme con ella aunque realmente no era parte de su círculo de amistades, porque ella era del grupito popular.
Un domingo, me encontraba atrapada en la iglesia porque mis abuelos se habían quedado a la práctica de coro. Recuerdo que caminaba por los cuartos solitarios de la casa y llegué al que ocupaba la clase infantil. Encontré unos marcadores pero el pintarrón en donde escribíamos no estaba presente. Había una silla patas para arriba apoyada en otra y se me hizo fácil dibujar unas cuantas estrellas y cosas por el estilo ahí, en la parte blanca que no se ve cuando la silla está en su posición normal. Y así, dibujando, sin pensarlo escribí el nombre de Gladys para ver cómo se veía un nombre con y griega. Creo que en ese entonces no pensé que lo hice fuera vandalismo o que podría tener consecuencias desagradables si me encontraban. Estaba aburrida.
Solamente recuerdo que el domingo siguiente Gladys fue regañada injustamente por su mamá (no enfrente de la clase). No tuve el valor de decir nada. Lo único que recuerdo es que lloré mucho esa noche y dormí intranquila entre las pesadillas causadas por el terrible sentimiento que me embargaba.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario