sábado, mayo 14, 2005

La química del amor

A lo que me refería al hablar de mis alumnos es que su etapa del amor idealizado es análoga a la primera etapa de la relación amorosa en sí. No que sea platónica (a veces es todo lo contrario, ya me han tocado varias alumnas embarazadas :p), pero es en donde el otro aparece como una construcción idealizada, en donde las hormonas son más fuertes, en donde la pasión se muestra cotidiana. Uno no come, no duerme pensando en el otro, se emociona hasta los nervios.
Según Helen Fisher, antropóloga, esto tiene que ver con la química cerebral: al principio nuestro cerebro se inunda de sustancias parecidas a la dopamina lo que la crea un estado obsesivo constante. Pero después de un tiempo, el cerebro no puede seguir produciendo las mismas sustancias, por lo que entra en un reajuste en donde secreta una sustancia parecida a la morfina. Esto crea la sensación de calma, de seguridad, de cotidianeidad, de estar a gusto con la presencia del otro.
Es en esta etapa que la mayoría de las relaciones que analizó la doctora, se separan debido a que no hay lazos emocionales, psicológicos, de compenetración social fuertes. Las parejas que duran son las que se conectan a un nivel más allá de lo físico, más de la emoción del enamoramiento. Lo bueno, dice Fisher, es que la producción de estos químicos puede ser cíclica, que las relaciones atraviesas estas etapas una y otra vez.

Es parte de la experiencia humana.





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