martes, agosto 07, 2007

Llegada a Bostonia (y rápida retirada a Wusta)


Lo primero que he de hacer notar es que me encontraba nerviosa debido a que era el primer viaje tan lejos de casa al que me había ido sola. Sí, soy ñoña. Sí, soy de familia probe y numerosa y no conozco el mundo. Fitzo ha ido dos veces a Europa, yo tres veces a Mazatlán. Mi primera aprehensión era que de no tener al Fitzo de compañero de viaje, tendría que estar en proximidad de otras personas en el avión. Mi segunda aprehensión era la de no caber en el asiento o que me fueran a cobrar dos lugares debido a mi peso. En realidad nada de esto pasó sin embargo no podía dejar de experimentar la angustia nacida con el incipiente viaje. Si no era eso, era la posibilidad de que el avión se cayera. Si hasta parece que me pagan por experimentar angustias. Mi tercera aprehensión era que al llegar al aeropuerto no la fuera a regar y tomara el shuttle correspondiente a Framingham, donde me recogería la Carola.

En fin, todo salió bien, no me cobraron las natillas ni los tajines que me pidieron llevara de contrabando.Y no sé si daré facha fresa, pero usualmente, con las cuestiones de aduanas nunca tengo problemas, siempre me dejan pasar casi casi sin revisar papeles. Como que me ven en la frente el signo de shopping o algo por el estilo. A la familia que iba delante de mí la dejaron estacionada en Houston que porque los papeles no estaban completos. En fin, me preocupó un poco, sin embargo tenía que cachar un avión. Llego y no importan todas las lecciones de inglés que haya tomado en mi vida, en mí reencarna la India María y se me lengua la traba con el inglés. Me pongo roja, pronuncio mal y me sale lo rancherota.

Llego a Framingham y la Caro no llega. Híjoles, qué terror sentí. No es igual a que te planten en casa, aquí oía a los coyotes aullar a la distancia. Después de una eternidad de cinco minutos, llega por fin la Caro. Nos abrazamos fuerte y casi casi se me sale la lagrimita. No había pensado en el hecho que pudiera llegar y no tuviéramos de qué hablar porque había pasado tiempo. Sin embargo la magia se hace presente: es como si la hubiera visto ayer, no hay silencios incómodos, retomamos conversaciones y reímos.Y por la ventana veo lo que siempre he soñado desde niña del lugar donde me gustaría vivir: bosques, lagos, mucho verde, mucho campo y aves palmípedas en multitud. El clima está bonito, el atardecer precioso y todo es pacífico.

Llegamos y como siempre el Linus con su desconfianza-ladradera inicial. Luego se le pasó y se transformó en el consentidote de siempre que gusta de treparse y hacerte ojitos para que le pongas atención sólo a él. La miata está como siempre en su pose garfield. Curiosamente, en este viaje me dejó tocarla más y se me acercaba. Fue una experiencia curiosa.La casa en que viven mis anfitriones es del tipo townhouse, toda bonita y de maderita. Perdida en un mar de otros townhouses, donde cuando se mudan tiran cosas buenas a la basura porque es más fácil que llevárselas. Tenía unas ganas de volverme pepenadora, pero no tenía manera de traerme todo acá. Caro me llevó por su ruta usual (por la que pasea al Linus, mal pensados) y entre conversaciones que habíamos dejado pendientes se entreteje la familiaridad que la Carola siempre me ha inspirado. Armando, el esposo (no) imaginario también se ve contento y descansado, es más ¡repela menos! (aunque la verdadera prueba hubiera sido el phase ten, pero no se me ocurrió).

Al día siguiente iríamos por el tren suburbano a Boston y sus metros y sus parques y sus brownstones y sus chowdas y su Haaaaaarvard. Oh sí.

Mañana: El primer contacto con Bostonia y las inclemencias del tiempo. De cómo verano en Boston no es lo mismo que verano en Monterrey.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

oh, yo estaba impresionada con lo verde eterno y extendido y los árboles y los bosques y el silencio... hasta que me fastidió y me aburrió y me hizo temerle a las tormentas eléctricas. nunca en mi vida había temido a los truenos... hasta que viví en princeton y los truenos se oían cerquita cerquita y miedo. :'(

ahora que lo pienso, esas casas y departamentos fueron diseñados pensando en académicos con poca actividad sexual... jajajaja.

btw, a mí me tocó junio caluroso y húmedo. abril fresco, mayo templado... ahí sí que pasan las estaciones completitas! explícateeee por qué lo resumeeees!!!

Estela dijo...

Solamente estuve una semana y me tocó que cambiara entre cálido y soleado un día a fresco y lluvioso en otro. Realmente no estuvo tan mal, simplemente que la rancherota de moi se fue pensando en el verano regio y no me llevé un rompevientos o paraguas.

Lo resumí para tenerlos interesados. Muajá.

la vieja diabla dijo...

Estela es niña ñoña buena y cumplidora.


:PPPP

Mitch dijo...

jajajajajaj "la eternidad de 5 minutos"

DRAMA QUEEN!!!!!!!!!!! for ever


nombre si a tí no te sale el hablar inglés que esperanzas tengo yo?

Anónimo dijo...

ah... mh... que no llovía en verano en monterrey?????

???
???????
??????