Hace tiempo, la idea de los mundos paralelos me ronda en la cabeza sin terminarme de convencer. Ya sea por una serie de novelas (les platicaré un poquito después) y un cuento fabuloso que he leído en donde se platica de la idea romántica de la cuántica: la posibilidad de que todas las realidades existan al mismo tiempo en universos paralelos: si en este universo sobreviví de niña a un accidente en donde me quemé toda, en otro morí o quedé desfigurada. Así, todo paralelo. Francamente, esta noción de multirrealidades coexistentes me suena más a algo de ciencia ficción.
Hasta hoy.
Hoy, cinco de noviembre de dosmilseis, que debería haberte tenido entre mis brazos. Hoy, en que se supone te conocería por fin, es un día vacío en el que mis brazos están ídem. Y siento como en otro mundo huelo el olor intoxicante de tu cabecita de bebé. Y siento como en otro mundo, te acerco a mi pecho por primera vez y el sentimiento fantasma ondula como la superficie del agua a mi pezón de esta realidad solitaria.
Hoy no me parece tan descabellada la idea, sobretodo ahora que me llena de consuelo el que en un rinconcito de la imaginación cuántica sí tengamos la oportunidad de coincidir y conocernos.
5 comentarios:
Conmovedor
tercera lectora?
*sigh*
ya lei el cuento... interesante!
Me tardé en entender el cuento. La referencia al gato de Schrödinger (¿así se escribe?) no estaba fresca en mi memoria. Así que al leer sobre el experimento le entendí y me encantó.
si, es básica la referencia. que bueno que te pregunté que que WTF!
jajajajaja
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